Un mantenedor de espacio es un aparato hecho a la medida por el dentista u ortodoncista en un material acrílico o metálico.
Su propósito es preservar el espacio que han dejado uno o varios dientes para permitir que brote el diente permanente y se acomode en su debido lugar. Pueden ser removibles o fijados en la boca del niño.
Las funciones de un mantenedor son:
- Evitar apiñamiento en sectores anteriores por pérdida de diastemas.
- Mantener correcta guía de erupción en sectores laterales.
- Permitir que se establezca una oclusión de tipo clase I molar, correcta.
- Mantener las funciones básicas de la dentición en caso de pérdidas múltiples.
- Evitar la aparición de hábitos (interposición de lengua entre maxilares al tragar, por ejemplo).
Los mantenedores de espacio deben cumplir una serie de requisitos:
- Mantener el espacio hasta que se produzca la erupción del sucesor permanente.
- No interferir en la erupción normal de los permanentes.
- No interferir en el desarrollo de las bases óseas.
- Impedir la extrusión del diente antagonista.
- Restablecer las funciones de la dentición temporal: fonación, deglución, masticación.
- Diseño.
¿Por qué su hijo podría necesitar un mantenedor de espacio?
Los niños pueden necesitar mantenedores de espacio si pierden un diente a temprana edad o si se les extrae un diente de leche (primario) debido a una caries dental. Los dientes de leche son importantes para el desarrollo de los dientes, huesos y músculos maxilares y ayudan a guiar a los dientes permanentes en la posición cuando se pierden los dientes de leche.
Si no se mantiene un espacio, entonces los dientes pueden moverse hacia el espacio abierto y puede requerirse tratamiento de ortodoncia en el futuro. Nuestros profesionales valorarán el caso de su niño y le aconsejarán la mejor opción.
